Arca lleva siendo el futuro de la música durante años, por eso este diciembre nos trae cuatro nuevos álbumes

10-05-2023

Cuando pensamos en Arca no podemos evitar pensar en el futuro de la música, y es que Arca lleva siendo el futuro de la música desde hace varios años.

Este diciembre nos trae ni más ni menos que cuatro nuevos álbumes (podría ser la persona que más minutos ha subido a Spotify este año, quizás solo detrás de Taylor Swift). ¿Cómo no nos cansamos de ella? ¿o por qué no ha optado por seleccionar las mejores canciones y sacar un solo disco? Y es que Arca no es una cantante al uso. En la era de los singles y el querer llegar al top de las listas, la venezolana apuesta por el conjunto como resultado de su creación, y no solo eso, apuesta también por el proceso, que para ella es igual de importante que el resultado final, y no puede quedar acotado o reducido.

A la hora de producir música, Arca se deja a ella misma en el camino, y esto es lo que nos gusta escuchar, sea en forma de un disco o de cuatro. Lo más representativo de la artista es su forma de plasmar su identidad en su música.

El año pasado nos deleitó con Kick i, en el que introducía nuevos sonidos como el reggaeton y música tradicional venezolana, además de su electrónica típica, y un paso más en la expresión de su persona. Ahora continúa esta historia con Kick ii, iii, iiii y iiiii

En primer lugar, en Kick ii es quizás en el que más encontramos estas influencias reggaetoneras, el más trallero de los cuatro, tanto a este nivel como al de la electrónica.
 

En Kick iii encontramos también este sonido, pero ya avanzando más hacia esta electrónica melancólica tan propia de la artista. Colabora en la producción Mark Luva, el dj y productor de La Zowi, que nos remite de nuevo a la unión de mundos que Arca facilita.
 

Kick iiii se torna ya más parecido a sus trabajos anteriores, mucho más calmado y como un respiro dentro de este mundo de sonidos, recordando en algunos temas a Sega Bodega, con un autotune exagerado y producción sencilla que va introduciendo este aletargamiento.
 

Por último, Kick iiiii nos retrotrae a la Arca de 2017, con esas vocales graves y lánguidas, angustiosas, sonidos chirriantes mezclados con el de un piano, e incluso silencios.
 



A través de estos cuatro discos nos lleva de un lugar a otro de su mente. Arca habla de lo queer, de su visión del mundo como una persona no-binaria. Reflexiona sobre nuestra relación con el cuerpo, el deseo y el género, casi un manifiesto que sigue la estela de Donna Haraway en su Manifiesto Cyborg, que también va muy reflejado en la estética y videoclips del disco, muy recomendados para entender su obra en conjunto.

Mezcla influencias y sobre todo toma géneros muy encorsetados y tan marcados por lo masculino como son la electrónica y el reggaetón para despojarlos de todo esto, llevarlo a lo queer y crear un espacio para todas dentro de esto.

Al final, Arca es una artista musical en la que la música como tal es tan solo una parte del resultado final. Una artista a la que vemos enteramente en el conjunto de su obra, en cada pequeña cosa que rodea a una canción está ella, en el proceso, y sobre todo en lo que implica para ella y para el resto de la sociedad que figuras así estén presente en el panorama actual.
 

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