10-07-2019
Bon Iver, Ms. Lauryn Hill, Iggy Pop, Noel Gallagher, Vampire Weekend, The Chemical Brothers… Hasta 31 bandas hicieron vibrar a cerca de 47.500 personas.
La primera jornada de Mad Cool Festival, tras la gran acogida del día anterior con la Welcome Party, reunió a 47.471 personas que pudieron disfrutar de un ambiente festivo e inmejorable que comenzó cuando Nao subió al escenario ‘Madrid Te Abraza’ alrededor de las 18.25 h. de la tarde con su nuevo y aclamado álbum “Saturn”.
Cinco minutos más tarde, Lewis Capaldi se estrenaba en el escenario ‘Comunidad de Madrid’ con un lleno total. El joven de 22 años, de voz desgarradora, se rompía la garganta, eso sí, antes de comenzar a cantar. Lanzaba un improvisado grito de guerra a sus fans: “Yo soy Chewaka”. Noel Gallagher, que horas más tarde actuaría bajo el mismo cielo madrileño, le había bautizado por la mañana en IG con ese apodo de Star Wars.
Tash Sultana fue una de las sorpresas de la jornada. Llamó la atención su potente voz y su puesta en escena libre de divismo, descalza, con una guitarra maltrecha. La australiana saltó a la fama hace dos años, cuando grababa vídeos caseros en los que toca más de 15 instrumentos. De ahí saltó a los festivales de medio mundo. Mientras tanto, La Dispute, banda estadounidense de hardcore, llenaba de energía el otro extremo del festival con su directo poderoso. Y Molina Molina ponía la nota de irónico desencanto con su álbum La gran esperanza blanca, en un directo de puro pop, al que siguió la banda Foxing, con un bolo brillante de sonido indie.
Sg Lewis aportaba su sello de identidad: una mezcla de sintetizadores con música house y disco de aire ochentero. La vanguardia de la electrónica corrió a cargo de Jass, una artista del norte de España con una propuesta ecléctica, cuya mezcla, una vez agitada, produce un estilo experimental e innovador.
A partir de las nueve de la noche llegaron los platos fuertes. Ms. Lauren Hill comenzó su espectáculo con una sesión de su Dj, que hizo guiños al Festival pinchando a Rosalía, headliner de la Welcome Party. Hill, que se dio a conocer cuando formaba parte de la mítica banda The Fugees, actuaba por primera vez en España y eligió Mad Cool para mostrar su personal estilo. Es más, en su segundo tema homenajeó a la ciudad de Madrid, citándola en la letra de la canción en lugar del “Nueva York” original.
Y llegó la hora de la leyenda: Iggy Pop. Tan solo su presencia en el escenario transporta a toda la historia del rock, del punk y de la música con mayúsculas. Pero cuando empezó a desgranar sus grandes clásicos se produjo la confirmación de por qué es inigualable, por qué hay que escucharle en vivo al menos una vez en la vida. Por estos momentos hay que ir a un Festival.
En la carpa electrónica, Tokimonsta, la cantante experimental estadounidense, consiguió un sonido envolvente e intenso con el que la artista pretende mostrar sus sensaciones tras sufrir una rara enfermedad cerebral que le impedía hablar y oír. Y en otro escenario, con otro estilo completamente diferente, la jovencísima Amber Mark -criada entre Europa y Asia, y actualmente viviendo en Nueva York- producía su propia música en la que combinaba el soul y bossa nova brasileña, con temas pop.
Bon Iver ofreció un recital intenso, íntimo, con canciones que tocan la fibra sensible del público. No en vano, este estadounidense tiene la extraña capacidad de componer música experimental de gran carga emocional y, al mismo tiempo, llenar estadios o Festivales como Mad Cool que reúnen a miles de personas. Noel Gallagher, que no da la sensación de que sea un hombre que tienda a las melancolías, reivindicó su pasado en Oasis con temas como “Wonderwall”, “Don’t look back in Anger” o “Stop Crying Your Heart Out”. Y con esa misma vena nostálgica, finalizó su concierto con “All You Need Is Love”, el mítico temazo de The Beatles.
Perry Farrell’s, líder emblemático de Jane's Addiction, presentó junto con su nueva formación, Perry Farrell's Kind Heaven Orchestra, su nuevo trabajo, un álbum en el que experimenta con la electrónica y el rock alternativo y que le convierte en un icono del rock. Y en las antípodas, Vampire Weekend con su pop noventero, que en directo sorprendentemente suenan a reggae caribeño, a música africana, a world music… De hecho, una bola del mundo entre luces tribales les sirvió de fondo en su concierto en el escenario “Mad Cool”.
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The Hives hicieron de la cercanía a sus fans su seña de identidad. Todo un espectáculo de puesta en escena y de diversión. Dejaron más que claro que son unos inverosímiles héroes del rock.
The Chemical Brothers reivindicaron que los 90 no han muerto. No obstante, los pioneros de la música electrónica no se anclaron en la década de los sintetizadores por antonomasia y su evolución es continua. Tanto, que logran ser unos adelantados a su tiempo. A Mad Cool trajeron su último álbum, “No biography”, pero también recordaron algunos de los temas de esos discos con los que vendieron hasta 12 millones de copias.
Mad Cool Festival apuesta por las bandas emergentes, tanto nacionales como internacionales, con dos de sus escenarios dedicados exclusivamente a ellas: el “Consequence of Sound”, donde actuaron Pierce Brothers, Molina Molina, Foxing, Amber Mark, Rews y The Snuts; y el “Mondo Sonoro”, en el que el público pudo descubrir a bandas como Gentleman Clef, Sheafs, Kokoshca, Let’s Eat Grandma, Haiku Hands, Red Gurd y, por último, Dj Mayo.